El Viaje Astral
COMO "ESCAPAR" DEL TIEMPO Y EL ESPACIO
De acuerdo con una visión esotérica cimentada en tradiciones milenarias, el psiquismo humano podría, en determinadas condiciones, llegar a traspasar los límites en que navega su existencia, adentrándose en unos mares insondables donde no rigen las leyes del tiempo y que se extienden más allá de la muerte y el nacimiento.
Es curioso constatar cómo semejante creencia subyace en el transfondo de todas las culturas formando parte de un saber oculto que, durante centurias, ha sido transmitido por tradición oral a unos pocos elegidos.
Ese acervo de ritos y técnicas hasta ahora soterradas ha terminado aflorando en nuestra época, donde nada, o muy poco, ha logrado escapar a la divulgación masiva facilitada por el desarrollo de los medios de comunicación.
La técnica a que aquí haré mención debe interpretarse como mera indicación topográfica de un mapa. Pero el mapa no es el territorio y cada cual debe autoexaminarse previamente y medir sus fuerzas, ya que se trata de un territorio insuficientemente explorado y lleno de peligros.
Viaje astral
Antes de intentarlo conviene que te encuentres en las condiciones físicas y mentales más idóneas para ello. A tal fin interesa que, durante un periodo no inferior a tres meses, se procure estar en íntima armonía con la naturaleza y se cambie de modo de vida si éste fuera demasiado artificial. Conviene asimismo levantarse al alba y acostarse al atardecer, caminar al menos un par de horas diarias por zonas no contaminadas, eliminar radicalmente el alcohol, tabaco y demás excitantes, dedicarse a lecturas de alto contenido espiritual, etc. Algunos ocultistas aconsejan la radical eliminación en la dieta de la carne y el pescado. En cualquier caso, hay que ser muy parcos en la comida durante este periodo de entrenamiento previo.
Adopta una postura sedante, cómoda y relajada. Utiliza una silla o sofá de respaldo recto y mantén erecta la espalda. Junta los pies y las rodillas. Haz que tus piernas formen un ángulo recto. Apoya plácidamente las manos sobre las rodillas y cierra los ojos.
Una vez adoptada esta postura, procura entrar en un estado de profunda relajación, de modo que no se quede en tensión ningún músculo de tú cuerpo. Respira de la manera más lenta y profunda posible, dirigiendo el aire a la parte inferior del abdomen.
Hay que extenderse sobre una cama o sofá extendiendo los brazos a lo largo del cuerpo. La cabeza descansará sobre el mismo plano del cuerpo. La tranquilidad en tal postura, debe ser absoluta. Al cabo de poco tiempo -tal vez media hora-, se experimentará la sensación de que algo fluido, de un color muy vivo /(verde, azul o amarillo) <<flota>> sobre la oscuridad que se cierne sobre los ojos cerrados.
Al llegar a este punto, es muy probable que te asustes y des marcha atrás. No pongas resistencia si el temor es insuperable y suspende el ejercicio. En caso contrario, continua.
Poco después sentirás que tus miembros inferiores se separan y comienzan a alejarse. Déjate llevar por esa sensación, pero no le concedas demasiada importancia. Caso de que uno se implique emocionalmente demasiado en la experiencia, esta fracasará.
A continuación percibirás la misma sensación en la cabeza y luego, sucesivamente, en las restantes partes de tú cuerpo hasta <<flotar>> en el ambiente: el viaje ha comenzado.
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