Esa necesidad tan comprensiblemente humana que nos impulsa a descorrer - y aveces desgarrar - el velo que Isis ha cosechado, a lo largo de los siglos, frutos ambiguos y, casi siempre, inquietantes. Los que constituyeron la base de la doctrina espiritista son, sin lugar a dudas, los mas inquietantes de todos. Nadie podia imaginarse que en pleno << Siglo de la ciencia >>, y en el corazón de un país que despertaba al gigantismo industrial como los Estados Unidos, el misterio pudiera golpear con incalificable saña en las humildes paredes de madera de una remota casa de pueblo. << Los golpes del Macho Cabrio >>, como los calificó la primera de las niñas que tuvo ocasión de escucharlos, iban a poner los pelos de punta a una sociedad que se debatía entre la superstición y una concepción casi religiosa del << progreso científico >>.
La poco asimilable historia que dió origen al espiritismo moderno se inició el día 2 de diciembre de 1847 en << Hydesville >>, una modesta casa de madera, casi un barracón, perteneciente al pastor metodista John D. Fox. La casa se encuentra todavía como centro de perenigración espirita en Arcadia, pequeña localidad perteneciente al condado de Wayne, en el estado de Nueva York, y pocos son los que se atreven a pasar una noche solitaria bajo su techo. Esa noche de Diciembre, en la habitación de Margaret y Kate, las dos hijas del pastor, empezaron a oírse ruidos con cierta periodicidad y sin causa aparente.